sábado, agosto 16, 2008

ajrc 14.- El Boche.

Mi amigo Oscar se ha pasado el día dando asco por un jumo que se dió anoche en "La Casa del Mofongo". Todo le "jiede" y no quiere saber nada de nadie, en lo absoluto. Me pidió que fuera a la bodega a comprarle una sopa, y como siempre un niño se antojó de algo y la madre con su voz tierna le contestó "te dije por última vez que no "ponga mano" hijo e' tu mama!". Tituá! Ahí tiene su boche.

Me quedé pensando en eso entonces..."EL BOCHE".

Todos alguna vez hemos recibido uno. Nuestros padres especialmente pareciera que hacen un curso técnico especial y nos jondean ese boche a una velocidad impresionante. Nuestros amigos también sufren de darnos uno de vez en cuando, pero en la amistad todo pasa por chercha, a menos que sea delante de más gente y uno como que se "enculilla".

- Mami yo quiero ir para donde Mela a tumbar limoncillos.

- Tú no vas para allá, así que te me largas para el cuarto y te pones a hacer tarea.

TITUA!!! Boche fenomenal.

Ese era uno de los más repetitivos en mi etapa de crecimiento.

Lo chévere es la reacción de uno después que le adjudican ese boche. Es como una verguenza ligada con pique masivo. Las consecuencias, dependiendo del tipo de personalidad pueden ser fatales e irreversibles. Desde una devuelta, una galleta, trompá, cortá de ojos, boca torcía, jalón de moños, patá voladora o todas las anteriores juntas.

De hecho me entraron unos deseos extraños de dar un boche, pero de los finos, que son aquellos en los que el receptor no reacciona a tiempo, y cuando se da cuenta ya te has alejado de la zona.

Aquí dejo unos cuantos ejemplos que encontré, después que le metieron un boche a unas muchachas, aparentemente por curiosas:

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